Nunca se borrarán de tu corazón, las angustias, los miedos, el pánico, de la experiencia vivida.
Siempre seguirás viendo en tus sueños los innumerables vehículos que transitan, unos tras otros, por esa autovía tan familiar para los habitantes de esta zona que pasamos indiferentes, ignorando las tragedias que se viven tras las numerosas ventanas de ese edificio, al que nadie quiere entrar de inquilino voluntariamente.....
Desde ahora en adelante, cada vez que pases por allí, fijarás tus ojos en esos huecos rectangulares y le pedirás a Dios que ayude a las personas que se encuentren tras ellos; que les de fuerzas y esperanzas, y le darás gracias a ese Dios infinito, que te ha ayudado a devolverte la salud y la esperanza, por haberte puesto en manos de personas maravillosas que han sabido ayudarte a salir adelante.
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