lunes, 16 de julio de 2012

El arrullo de las tórtolas


  Me despierto por las mañanas con el arrullo de las tórtolas que tienen invadido el jardín que hay frente a mi casa. En estos días de vacaciones tengo tiempo suficiente como para entretenerme en oírlas con tranquilidad.                                              Esta mañana escuché cómo se comunicaban unas con otras: Una emitía su arrullo y otra le contestaba; Así sucesivamente, una y otra vez. Con respeto, guardaban el orden. No sé que se dirían entre sí pero, seguro, que se estaban comunicando cosas importantes para ellas. Pensé que nos estaban  dando toda una lección a los humanos y sobre todo, a muchos de los miembros de la clase política, que berrean más que hablan, y que se destacan por insultarse unos a otros y no, por el trabajo que realizan para conseguir el bien común.
   ¡Que pena! Así nos van las cosas.....

sábado, 7 de julio de 2012

La buena sombra del gran árbol


     Ahí está ese gran árbol de hojas perennes, inmenso, espléndido, acogedor.
     Paso  con frecuencia por ese lugar y siempre recuerdo el refrán que dice: "Al que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija " porque bajo él se cobijan días tras días a lo largo del año, un grupo de hombres, casi siempre los mismos, que después de echar una mano en casa y con sus nietos, se refugian en la buena sombra para charlar de sus cosas, dar sus opiniones sobre distintos temas, comentar la actualidad, los deportes,.....       Los miro y tienen las mismas características: Suelen ser mayores, jubilados, pero sobre todo, buenas personas reconocidas por casi todos los que por allí pasamos.
    Este detalle me da que pensar si son ellos los que se aprovechan de la buena sombra, o es el árbol el que se ha aprovechado y contagiado de la sabiduría y la bondad de la buena gente a los que refugia ; si estos hombres lo han alimentado de buena voluntad y el árbol, agradecido, ha crecido y crecido para darles a ellos lo mejor que les podía dar: Su buena sombra.

Foto de la autora