Te recuerdo
siempre con una sonrisa amable que, en la mayoría de los casos, se
convertía fácilmente en risa sana; tus
ojos mostrando siempre alegría. No sabías hablar y escuchar de otra manera
hasta el punto, de llamar la atención de los que no te conocían. Ese carácter
afable que tanto atraía a casi todos, que fácilmente caían en tus redes
amistosas, es lo que siempre te ha caracterizado.
Desde hace algún
tiempo te estoy observando y me da la
sensación de que tu rostro, tus ojos, tu
sonrisa, están languideciendo. Aquella risa fácil apenas sale a relucir salvo
en contadas ocasiones. Con frecuencia, se te ve ensimismada y absorta en tus
pensamientos; el brillo de tus ojos casi ha desaparecido como dando muestras de cierta tristeza y de cansancio al ir recorriendo el camino de la vida........
¿Qué te pasa? ¿Podemos hacer algo por ti los que te queremos? Me angustia verte de esa
forma. Tú, la que siempre nos has animado, nos has apoyado e intentado alegrarnos la vida, ¿qué
podríamos hacer por alegrar ahora la tuya? He hecho intención de entrar en tu
nuevo mundo y no lo he conseguido; es como si estuvieras construyendo un muro
que te separe de los demás…….,¿o lo está construyendo alguien por ti? Esa es mi duda.
Solo me queda
decirte que no me gusta verte así; quisiera que volvieras a tu forma de ser de
siempre y que si algo te lo impide, tengas la valentía de hacerle frente para
que vuelvas a sentirte feliz, sientas la alegría de antes y volvamos a ver el brillo en tus ojos , tu sonrisa encantadora y, así, alegrarnos
a todos la vida con tu buen humor y tu risa
fácil.
Oh, que bonito, Manoli. Me he visto retratada, que parece que me lo has escrito a mí. A veces la sonrisa se hiela o se convierte en un rictus amargo, pero hay que sobreponerse y seguir. Las penas, con una sonrisa, son menos penas. Un abrazo muy fuerte.¡
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