lunes, 14 de noviembre de 2011

Mi rosal



   El día que yo me vaya
   que nadie llore por mi,
   pues sabemos que a esta vida
   venimos para morir.                    
   Mas triste queda el rosal,
   cuando su dueño lo poda
   allá por la Navidad.

   El día que yo me vaya
   deberéis que sonreír,
   porque me llevo conmigo
   la esperanza de vivir.
   Recuerda que tu rosal,
   aunque le cortes las ramas ,
   de nuevo vuelve a brotar.

    El día que yo me vaya
    pensad que seré feliz,
    porque cuando yo me aleje,
    me sentiré libre al fin.
    Las ramas de mi rosal,
    aunque unidas a su tronco,
    siempre buscan libertad.


    El día que yo me vaya
    alguien hablará de mi,
    y durante algunos años
    recordarán mi existir.
    Pero el tiempo pasará,
    y con el paso del tiempo
    mi rosal se secará.



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