Día triste de Enero. Cielo entoldado por nubes grises que hacen presagiar la caída de lágrimas del cielo que servirán, para dar vida a la vida.
Imagino a las plantas resecas, llenas de deseo, esperando
esas gotas de oro que les ayudarán en el tremendo esfuerzo que están realizando
para seguir adelante en su desarrollo, hasta llegar a florecer y dar sus
frutos y, el agradecimiento de dichas plantas por continuar viviendo.
Igualmente caen lágrimas de tus ojos - lágrimas de alegría, emoción y agradecimiento- cuando uno de tus hijos te anuncia la llegada de un nuevo brote verde a la familia. Esta vez será un niño Un brote de ilusiones, de esperanzas, de
amor y de entrega que florecerá con la primavera. Emoción de unos padres deseosos por ver la carita de su
nuevo retoño; de una hermanita mayor que ya sueña con compartir juegos; de una
familia que ve como la savia nueva la inunda, extendiéndose a nuevos miembros que traen anhelos, perspectivas y deseos de seguir viviendo...
¡Gracias Señor y que todo venga según lo previsto!
¡Gracias Señor y que todo venga según lo previsto!
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