Quiero que broten las flores,
quiero verlas renacer,
quiero sentir sus olores
quiero vivir su placer....
¡Benditas flores que nos alegran la vida!
En un paseo por el campo, he visto como las florecillas salvajes brotan por doquier anunciando la primavera. Esas flores sencillas, humildes, preciosas, de diversos colores y formas, que nacen a pesar de la sequía existente en esta zona de la tierra en que vivimos. Flores que, a pesar de su esfuerzo por existir, lo que encuentran es una vida efímera, en ocasiones, por el desagradecimiento de las personas que, aún sin darnos cuenta, pasamos sobre ellas dándoles poco valor a esa alfombra de vida que se extiende a nuestros pies.
Hoy quiero agradecer vuestra existencia y pedir perdón por el daño que os hacemos a las flores salvajes y a la madre naturaleza en general.
Autora foto: Manuela Rubio
quiero verlas renacer,
quiero sentir sus olores
quiero vivir su placer....
¡Benditas flores que nos alegran la vida!
En un paseo por el campo, he visto como las florecillas salvajes brotan por doquier anunciando la primavera. Esas flores sencillas, humildes, preciosas, de diversos colores y formas, que nacen a pesar de la sequía existente en esta zona de la tierra en que vivimos. Flores que, a pesar de su esfuerzo por existir, lo que encuentran es una vida efímera, en ocasiones, por el desagradecimiento de las personas que, aún sin darnos cuenta, pasamos sobre ellas dándoles poco valor a esa alfombra de vida que se extiende a nuestros pies.
Hoy quiero agradecer vuestra existencia y pedir perdón por el daño que os hacemos a las flores salvajes y a la madre naturaleza en general.
¡Cómo alegra el buen tiempo! Después de un "frío y triste" invierno, las pequeñas flores que nacen sin pretensión ninguna nos transforman espiritualmente. ¡Benditas!
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