Sí, mala pata ha tenido esa pobre mano que se ha visto afectada de por vida por una inoportuna circunstancia. Mala pata, aunque sea una mano derecha castigada a unos meses de casi inactividad parcial y dolorosa, de rehabilitación cansada y pesada, para al final, tener que ser intervenida e inmovilizada. Reposo obligatorio durante un largo periodo de tiempo que no se recuperará nunca (ya se sabe, el tiempo perdido perdido está), aunque su querida mano izquierda intenta, y seguirá intentando, suplirla como pueda por la cuenta que le tiene a su dueña. ¡Cosas que pasan! Suerte y a recuperarte lo mejor posible, querida mano derecha.
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