martes, 8 de septiembre de 2015

¡Mala pata!


 Sí, mala pata ha tenido esa pobre mano que se ha visto afectada de por vida por una inoportuna circunstancia. Mala pata, aunque sea una mano derecha castigada a unos meses de casi inactividad parcial y dolorosa, de rehabilitación cansada y pesada, para al final, tener que ser intervenida e inmovilizada. Reposo obligatorio durante un largo periodo de tiempo que no se recuperará nunca (ya se sabe, el tiempo perdido perdido está), aunque su querida mano izquierda intenta, y seguirá intentando, suplirla como pueda por la cuenta que le tiene a su dueña. ¡Cosas que pasan! Suerte y a recuperarte lo mejor posible, querida mano derecha.

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