La libertad de expresión es un derecho fundamental señalado en el artículo 19º de los Derechos Humanos de 1948, y la constitución de los derechos democráticos también los señalan. De ella deriva la libertad de prensa con la que estamos totalmente de acuerdo.
El derecho a la libertad de expresión es definido como un medio para la libre difusión de las ideas.
Por otro lado, el respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. Conjugar libertad y respeto a veces no es fácil, más, cuando se trata de temas religiosos. Hay quien no ve el por qué la necesidad de divertir a algunas personas a expensas de otros. ¿Era respetuoso que en las pasadas Navidades un polémico programa de televisión vistiera, durante todo el tiempo de su emisión, a la presentadora de Virgen María y a los colaboradores de San José, Niño Jesús, pastores, etc ..?
El derecho de la libertad de expresión no puede implicar el derecho de ofender los sentimientos religiosos de los creyentes, pero nada justifica la violencia ni el terror; nada justifica el ataque a lo más sagrado que es la vida humana y menos en nombre de Dios.
Totalmente de acuerdo con tu reflexión y con los comentarios al respecto del Papa Francisco. La libertad de uno termina donde comienza la libertad del otro. Eres libre de creer o no creer, de pertenecer a una religión o a otra, de seguir una corriente ideológica u otra, de participar en política o no. Pero hay que tener respeto al otro que no cree, o que no cree en lo que tú, que sigue otra línea de pensamiento, o que participa o no en política, o lo hace con otras ideas, y mucho más cuando se trata de los sentimientos profundos de los seres humanos, los que nacen del corazón. Se puede ser libre sin ofender a nadie en sus creencias y en sus principios y valores, porque no todas las personas que se sienten ofendidas reaccionan de la misma manera. Uno puede reaccionar a la agresión verbal o escrita con un puñetazo, como dijo el Papa Francisco, "si le nombran a uno a su madre", por ejemplo. A otros los han preparado para que reaccionen con un fusil ante una ofensa a su religión. No se puede ofender a los demás haciendo chistes y provocando risa simplona sobre su dios, sus profetas o sus mártires. No se debe blasfemar empleando insultos y palabras malsonantes contra los símbolos religiosos de otros. No se puede provocar una y otra vez sabiendo lo que puede pasar. Se puede ser libre desde el respeto a los demás que también quieren ser libres en la expresión de sus pensamientos, sentimientos y creencias. Hay que disfrutar de la libertad en paz.
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