Un bendito agosto llegaste a la vida; otro dulce agosto nos unió y, aquel tórrido dia de un maldito agosto, nos separó a perpetuidad.
Bendigo al primero, adoro al segundo y maldigo al tercero que te arrancó de nuestro lado para siempre.
Pero tus frutos aquí han quedado y , desde abajo, te llegarán miles de besos al cielo para que no te falte todo nuestro amor y, asegurarte, que te mantendrás siempre en nuestros corazones.
Eternamente estarás con nosotros.