Seguro que tu dirás:
“¿qué pintas ahora en mi vida,
si ya un día te dejé sola
olvidada y malherida?”
Seguro que pensarás:
“Esta niña está dolida”,
que voy llena de tristezas
y que me encuentro perdida.
Seguro que sentirás,
al verme tan desvalida,
una arrogancia orgullosa
y altiva como un rey midas.
Seguro que ni recuerdas
aquellas horas vividas,
cuando mirando mi cara
decías que era divina.
Seguro que al despertar,
cuando amanezcas un día,
sólo y metido en tu cama
añorarás mi sonrisa.
Seguro que tu conciencia
algún día se debilita,
y hará sentir en tu alma
una soledad maldita.
Seguro que volverás
para pedir indulgencias ,
y mis oídos te oirán
con total indiferencia