Ya no disfrutarás del patio de Las Dueñas, ya no olerás el azahar de naranjos y limoneros; ya no pasearás por esas callejuelas ni te interesarás por los vecinos de tu entorno. La feria añorará tu traje de volantes, la Maestranza no lucirá el esplendor de tu mantilla; las primaveras sevillanas serán más tristes sin la presencia de la más ilustre y más especial hija de Sevilla, que, sin serlo de cuna sí que lo fuiste de corazón, hasta el punto de que te has querido quedar para siempre junto al Guadalquivir y La Giralda pero sobre todo junto a El Cristo de Los Gitanos y la Virgen de las Angustias.
Se ha marchado Cayetana ( "No llamadme Duquesa, llamadme Cayetana" ) haciendo gala hasta el último momento de su libertad de espíritu, su personalidad arrolladora, su sentido del humor, su alegría de vivir, ....Querida y admirada por muchos ( como se ha demostrado en sus exequias ), respetada en gran parte de la sociedad y despreciada por otros sectores. Indiferente para pocos.
Descanse en Paz