Hoy 28 de Febrero es, según los nuevos tiempos, el día de Andalucía. Yo me iría más lejos y diría que, con la importancia que nuestra tierra ha tenido a lo largo de la historia, nuestro “día” debería durar todo el año.
Andalucía ha sido a lo largo de la historia uno de los objetivos preferido de diferentes pueblos. En el primer milenio A. C. asistimos a la fundación del Reino de Tartessos, bajo la influencia de fenicios y griegos. Siguieron los turdetanos y los cartagineses antes de que Roma dominara toda la Bética durante 700 años. Más tarde fue la llegada del imperio Romano con la fundación de Itálica y tras su caída fueron los vándalos y los visigodos los que impusieron su hegemonía durante tres siglos. Con ellos comienza la época cristiana. Con la invasión de los árabes y bereberes comienza una época cuya influencia sigue siendo patente hoy en día. Es notoria la herencia que las diferentes dinastías árabes, como los omeyas, los almorávides y los nazaríes, dejaron en la economía y arquitectura andaluza. La convivencia entre las culturas cristiana, judía y árabe es de sobra conocido por todos. Córdoba como capital del poderoso califato y granada como último bastión musulmán son los centros más importantes durante los ocho siglos de presencia árabe en Andalucía.
Tras la presencia de los árabes llegó el comienzo de una nueva época cuando en 1942 partió Critóbal Colón desde Palos de la Frontera (Huelva) rumbo al nuevo mundo y Andalucía se convirtió en el centro de Europa. Pero a partir del siglo XVII comienza un periodo de estancamiento político y de crisis económica.
Por toda esta historia, creo que nuestra tierra se merece que luchemos todos juntos y todos los días del año por sacarla de los últimos lugares del escalafón en la que la tenemos situada; que el prestigio de ser andaluz consiga totalmente su recuperación y que todos podamos ir por el mundo con la cabeza bien alta orgullosos de nuestra tierra, de nuestras raíces y de nuestra cultura
( Datos recogidos de la historia de Andalucía @andalucia-web)